Alta Tensión vs. Música en Libertad: clásicos rivales de la tele de los '70s.
(Artículo tomado de Clarín)
Fueron un furor juvenil. Hablan sus protagonistas, que consiguieron una fama enorme y repentina. Las disputas entre Alejandro Romay y Pipo Mancera.
Esta es la historia de cómo el mercado de la música dirimía sus diferencias en la televisión, a través de dos programas que hoy tienen características de históricos: Alta Tensión y Música en Libertad.
Hacia mediados de la década del sesenta dos grandes compañías discográficas multinacionales dominaban las ventas de long-plays y cassettes en la Argentina. Una era RCA (o la RCA Víktor, como se la conocía entre los propios artistas y musicalizadores de radio) cuyo edificio y estudios ocupaban una manzana entera en la calle Paroissien, en Parque Saavedra. La otra era CBS, o la CBS Columbia, que desde la calle Emilio Mitre se erigía en rival de ventas y artistas y productos. Detrás de ellas corría, en un cómodo tercer lugar, la EMI Odeón, por entonces emplazada en Barrancas de Belgrano. Eran épocas donde para obtener el famoso y codiciado Disco de oro era necesario vender 100 mil unidades de un tema.
Los grandes vendedores de la época ya habían quedado un poco atrás. Verdaderos ídolos populares como Palito Ortega, Sandro, Leonardo Favio y el santiagueño Leo Dan habían conocido la cúspide, y ahora se encontraban en una plácida meseta. Es decir: seguían vendiendo discos y conquistando mercados en toda América, pero al mismo tiempo el público local comenzaba a buscar otra cosa. Artistas más jóvenes que los representaran no sólo desde lo musical, sino también desde la moda, el baile e incluso el lenguaje.
Cuando comienza la década del setenta algún gerente artístico de esas compañías decide que es momento de repetir el furor y el fulgor que habían conocido unos cuantos años antes de la mano de El Club del Clan (Ver post). Este era un programa televisivo que reunía a jóvenes cantantes que grababan éxitos pop y que habían salido de la cantera de un peculiar directivo de la RCA, el ecuatoriano Ricardo Mejía. Palito Ortega, Johnny Tedesco, Jolly Land, Violeta Rivas, Perico Gómez eran sólo algunas de sus estrellas.
Volvamos a los años setenta. Reunión operativa y un gerente artístico que amenaza a su tropa de marketing porque las ventas se están cayendo. ¿Qué hacemos entonces?. Fácil: repetir la fórmula del éxito. Si funcionó una vez… La juventud de los '70 ya no es la misma que la de los '60, obviamente. Nuevos jóvenes requieren de nuevos ídolos. Aquella vieja idea de Mejía se reformula, se maquilla, se le hace un lifting y luego de un estudio de mercado se determina que los próximos ídolos del pueblo joven deben ser chicas y muchachos de barrio que impongan moda casi sin quererlo.
Los incipientes pioneros del rock como Manal, Almendra, Los Gatos y Vox Dei, no quieren saber nada, se resisten a la idea de ser utilizados a tales fines. Esos roqueritos de pelo largo son unos inadaptados sociales, inmanejables e indomables. ¿Y entonces? Entonces inventamos un nuevo staff de chicas y chicos. Más obedientes, más pulcros y limpitos, que obedezcan a pie juntillas el plan de reconquista. Esa es la estrategia de las compañías. Volver a realizar lo que hoy se conoce como un joint-venture, y unir fuerzas con distintos canales de televisión, la gran vidriera popular de esa época.
Y aquí es donde aparece un nuevo programa televisivo dirigido a la siguiente generación de fans.
"Nosotros con Música en Libertad fuimos los primeros, porque Alta Tensión empezó un año después –asegura Raúl Padovani, que cantaba en Música...-. Éramos los únicos que salíamos al aire todos los días de la semana. Después vino Alta Tensión, y después de ellos llegó Voltops, que era de la CBS Columbia y ahí bailaba por ejemplo Cris Morena. El productor era Gustavo Yankelevich, ahí se conocieron con Cris. Tenias más tarde Tip Top, y Los Fabulosos Veinte, que conducía Juan Alberto Badía. Todos esos iban una sola vez por semana. Así que nosotros éramos la diferencia. Ellos iban los fines de semana donde la audiencia bajaba. También teníamos otra ventaja: nosotros pasábamos música de todas las compañías discográficas. Alta Tensión era de RCA Viktor, Voltops era de la CBS. Los de Canal 11 los publicaba el sello Music Hall. En ese momento cada compañía discográfica tenía su propio programa juvenil en un canal distinto".
El sistema elegido por Música en Libertad, apuesta del visionario Alejandro Romay para marcar diferencias, era que montaban unas grandes fotografías de los artistas reales que cantaban esos temas originalmente. Pero como por supuesto no los tenían en el piso, lo que hacían era rodear esa fotografía con los chicos y chicas del elenco, aunque con un pequeño truco: la cámara les “esfumaba” los rostros. Una cosa bastante bizarra.
"Al principio salía distorsionada la imagen, como fuera de foco -continúa Padovani-. Eso era a propósito, para que no se supiera que los que cantaban no eran los originales sino nosotros. Ponían una cámara de tres cuartos de perfil, ponían una foto del cantante y nosotros atrás medio difusos que no se nos veía la cara. Había una telefonista que cuando empezó el programa la llamaban y le dejaban bolsas de puteadas, imagínate. Anunciaban 'ahora Frank Sinatra va a hacer tal tema' y aparecíamos nosotros! Hasta que la gente se fue acostumbrando y ahí quedó el elenco fijo".
Nada para extrañarse viniendo de Romay, quien unos años antes había anunciado con bombos y platillos la llegada de Los Beatles a la Argentina. Pero lo que apareció en su lugar fue un engendro llamado The American Beetles. Aunque esa es otra historia.
"Yo era de Avellaneda, pero mi papá tenia unos negocios en Wilde. Ahí trabajaba Sarita Pristipino, que era asistente de Alfredo Gago, productor de Grandes Valores del Tango. Cuando viene este productor argentino que vivía en Chile, Raisman, no tenían donde ponerlo y lo ponen en la oficina de Grandes Valores. Este hombre le preguntó a Sarita si ella conocía a chicos que más o menos se vieran bien para el programa que iba a armar. Así que ella me avisó y yo fui, entré a la oficina, salió este hombre, me miró, me dio un disco y me dijo “¿vos te animas a hacer mímica?”. ¿Sabes qué? Yo tenia veinte años, me sentía El hombre del Rifle. Era un martes y me dice “grabamos el jueves”. Fui a mi casa con el disco, era un tema de Pedro y Pablo, Yo vivo en esta ciudad y yo lo hice con otro pibe. Hacíamos un dúo. Y ahí ya quedé adentro", recuerda Padovani.
La idea de Música en Libertad se la había presentado a Romay un periodista y productor argentino de nombre David Raisman, que venía de trabajar en el gran éxito televisivo de Chile, Sábados Gigantes, conducido por Don Francisco. Al principio se había pensado en un formato radial, que iba a ser emitido por Radio Libertad (también propiedad de Romay, luego expropiada por la dictadura de Onganía y que pasaría a llamarse Radio del Plata). De ahí el nombre que le iba a quedar cuando se decidió que lo mejor era un programa de televisión. Música en Libertad comenzó con un elenco enorme, como de cuarenta jóvenes que bailaban y simulaban cantar, pero luego hubo una reducción y sólo quedaron diez chicas (bautizadas como “Las Margaritas”) y diez chicos (“Los Cactus”). El envío comienza a cobrar tanto vuelo que por supuesto le aparece la “competencia” bajo el título de Alta Tensión.
Alta Tensión fue una creación de Carlos Ileana que a partir de 1971 pone al aire el Canal 13. Una de las caras visibles de esa escudería era Rubén Mattos, que tiene en su haber el enorme hit de "Salta pequeña langosta" (que aún se canta, con otras letras, en las canchas de fútbol).
"No había drogas, ni siquiera te incentivaban para meterte en eso -recuerda Mattos-. Era otra época, otro ambiente. Lo más que hacíamos con los chicos era tomarnos nuestros tragos, por ahí un whisky. Nos íbamos a ese local Establo, que estaba de moda. Era por barrio norte, a media cuadra de Santa Fe, Un boliche chiquitito, pero ahí paraban Mostaza Merlo, el Bambino Veira, Coco Basile, y después todos nosotros, los jóvenes".
Mattos se entusiasma con el relato como si todo eso hubiera sucedido ayer. Pero no. Pasó hace cincuenta años. Rubén establece diferencias sustanciales y fundamentales entre ambos programas. A ver…
"Claro, porque nosotros a diferencia de Música en Libertad cantábamos y hacíamos coreografías, y ellos hacían fonomímica. Igual, era terrible el rating de los dos programas. Eran programas que marcaban la moda de la época, en cuanto a la ropa, y también a los lugares donde había que ir. Los adolescentes alucinaban, los chicos chiquitos ni te digo. Se pegaban al televisor y se aprendían los pasos. Yo trabajaba en Bagley, la fábrica de galletitas. Y era programador y operador de computadoras. En la primera prueba no quedé, pero quedé en la segunda. Entré con Maria Laura Vilariño, que hoy es la vestuarista de Marcelo Tinelli, como compañeros de baile. Ella era una beba, quince o dieciséis años, acompañada por su madre, yo tenia diecinueve. Así empezamos en Canal 13, ahí hacíamos los ensayos y salíamos los sábados al mediodía antes de Pipo Mancera y sus Sábados Circulares. Tuvimos tanto éxito que después nos pasaron todos los días a las seis de la tarde".
Padovani se saca chispas con Mattos en esto de recordar y ver cuál programa lideraba.
"Primero empezaron Liliana Caldini con Charly LeRoy -recuerda Padovani-, conduciendo El Sotano Beat, en Canal 13, después vinimos a la saga nosotros, los de Música en Libertad, un año después o algo así. El programa duraba una hora, ensayábamos tres días a la semana, lunes, miércoles y viernes, el sábado salía el programa. Llegaban los temas nuevos que quería difundir la discográfica y por ahí hacíamos algún paso de comedia, por ejemplo cuando salió La balada de Sacco y Vanzetti, hacíamos como que actuábamos, o Candilejas lo bailaba una chica. Era una cosa coreográfica, tratábamos de divertirnos y divertir. Los chicos hacían los pasos que estaban de moda en los boliches, Pasaron por ahí todos los artistas de la RCA Viktor, desde Tormenta, Palito, Katunga, Juan y Juan, Heleno, un montón".
Otro de los “Cactus” que se volvió famoso en el programa del 9 fue Cristian Andrade, quien se encuentra viviendo en Perú desde hace unos treinta años: "Con Padovani somos amigos desde chicos. El estaba de novio con Maria Esther Pazos, una de las chicas del programa. Y ella tenia una prima que era secretaria de gerencia de canal 9. Le avisó del programa y fue con Raúl y ellos quedaron. Eran como cuarenta en ese momento, rotaban. A los pocos días decidieron hacer un nuevo casting porque se iban a quedar sólo con veinte y Raúl me dice que me presente. Y yo le contesto: '¡Pero escúchame, no me voy a poner a bailar como un boludo!'. Entonces me dice 'pagan setenta y dos mil pesos', que era un montón de plata para nosotros que éramos chicos. Por suerte me tomaron. Nos pararon en el estudio, ponían música y nos hacían bailar un poco, ahí se me acerco el productor Raisman y me dijo 'vos quedas'."
Entre los veinte elegidos y además de Padovani y Andrade, se encontraban Silvana Di Lorenzo y María Esther Lovero (quien vive desde hace años en los Estados Unidos). Tanto alucinaban los más chicos que Música en Libertad llegó a tener su edición infantil, conducida por Liliana “Conejito” Aquino, una de las chicas del staff adulto.
"En un momento empezamos a hacer exteriores –cuenta Padovani-. Y a trabajar en otros programas que había en el canal. Domingos para mi Ciudad, Sábados de la Bondad, con Héctor Coire. Despues vinieron todos lo demás, pero nosotros fuimos el comienzo de esa fiebre. Se formaban parejas en el elenco. Nos poníamos de novios, antes había que ponerse de novio. Aparte la mama de las chicas las acompañaban a las grabaciones, había que tener cuidado La figura femenina insoslayable en ese momento se llamaba Liliana Maturano. Aunque todos la conocían como Tormenta".
"Yo debuté en Sótano Beat y después pasé por Sábados Circulares y Casino Philips -rememora Tormenta-. Era una época muy musical de la televisión. Hasta que un día fui como invitada a Música en Libertad, a pesar de que ya era parte de Alta Tensión. En esa época se vendían muchísimos discos, y las compañías ganaban tanto dinero que invertían en la televisión. La RCA hacia estos programas para después sacar los long plays de colores y todos fueron grandes éxitos, todos Discos de Oro".
- Vos fuiste una especie de pionera no sólo en la música beat sino también en cuestiones de moda.
- Si, porque eran los '70, donde hubo grandes cambios para la mujer, Nosotras nos atrevimos primero a la minifalda y luego a los mini shorts. Los chicos se atrevían al pelo largo. Ahí comenzaron muchos cambios que fueron importantes. Cambios en las costumbres y en la moda. Yo salía de gira, pero individual, como solista. Giras y mucho trabajo, fue una época de abundancia para los artistas de la música. Una época tan fuerte que se generaron éxitos y clásicos que hasta el día de hoy se siguen escuchando. Acá y en toda Latinoamérica".
Y sigue: "Mis compañeros en esos programas eran Donald, Rubén Mattos, Fernando de Madariaga... En Sótano Beat estaba La Joven Guardia, Almendra, Manal, Conexión 5 con Carlos Bisso, Bárbara y Dick. Hasta Palito Ortega venía a Alta Tensión".
Padovani asegura que aquel asunto de la rivalidad entre los programas (casi un verdadero Boca-River televisivo) eran puros inventos. Como también lo fue la clasificación de la música en aquel momento: progresivos por un lado (el rock) y comerciales por el otro (el pop).
"Al año y monedas me hice solista y saqué el primer tema. Un tema de Palito Ortega, "Una noche excepcional" -continúa Padovani-. Yo siempre lo cargo y le digo “Negro, si sabías lo que iba a vender ese tema no me lo dabas”. Nosotros éramos subestimados y nos decían “comerciales”. Ahora, con el tiempo... Yo desde hace treinta años laburo en producción de shows e hice muchas producciones de rock, incluso soy amigo de músicos como Lito Epumer. Le digo “Lito, nunca nos dimos cuenta de que estábamos adentro de la misma caja de zapatos, unos para un lado y otros para el otro, pero todos en la misma caja”. Algunos periodistas y locutores inventaron esa grieta. Pero era todo por plata y la conveniencia".
Alta Tensión comenzó siendo conducido por Leo Rivas y Graciela Zito, y se emitió por primera vez el primero de abril de 1971. Pero luego de dos meses en el aire, el nuevo conductor pasó a ser un joven Fernando Bravo. Al principio salía al aire los sábados a la 1 del mediodía, pero ante el éxito obtenido pasó a verse todos los días de lunes a viernes. Música en Libertad, en cambio, tenía una joven y desconocida pareja de conductores recién egresados del ISER (Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica): Maisabé y Leonardo Simons. Este último iba a terminar con su vida de manera trágica veinticinco años mas tarde, arrojándose al vacío desde su oficina en un piso trece. Cosas inexplicables de la vida.
Cristian Andrade recuerda: "Romay nos hizo conocidos, nos hizo crecer. Entonces un día aparece Nicolás Mancera y nos quiere contratar para llevarnos a Canal 13. A Romay le agarró un ataque. Nos llamó, fuimos al canal y nos encerró en una oficina literalmente. Nos separó a Padovani y a mi y ahí nos ofreció un fangote de guita y yo firmé. Después mi viejo me quería matar, porque yo era menor y mi viejo había firmado por mi lo de Mancera. Pero era tanta guita…Y ahí mismo Romay me hace debutar como actor en Alta Comedia, que era lo máximo. Hice del hijo de Mata Hari, Yo nunca había actuado. ¡Éramos todos unos caraduras, nunca habíamos hecho nada! La protagonista iba a ser Nélida Lobato y cuando le dijeron que yo iba a ser el hijo ella no quiso hacerlo, porque dijo que era muy joven para hacer de mi mamá. Y lo hizo Silvia Montanari".
Andrade asegura que no volvería a pasar por todo aquel tinglado de la fama. Escuchando sus anécdotas se entiende bien el por qué.
"Nos desbordó a todos. Vivíamos casi encerrados. Yo me acuerdo que unos periodistas de la revista Antena me dijeron 'te vamos a hacer una nota, la idea es ir a la salida de un colegio de mujeres a ver cómo reaccionan'. Y yo con toda mi inocencia les dije 'ustedes están locos, nos van a matar'. 'Dale no seas agrandado, no seas fanfarrón'. Fuimos a ese colegio en Flores y cuando me vieron se armó un despelote tan grande que tuvimos que salir todos corriendo, nos metimos en una peluquería de mujeres, las chicas rompieron las vidrieras de la peluquería y los periodistas no lo podían creer. Ese era el furor que se vivía con esos dos programas".
Por Eduardo Barone
20/03/2020 / Actualizado al 09/04/2020
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Sin videoclips y con un naciente “marketing”, cómo se difundían las canciones populares entre los jóvenes de los '70s.
(Artículo tomado de infobae)
"Dos programas que fueron hitos fundacionales en la inclusión del nuevo rock a la cultura de masas. El cambio de década y la creatividad de Alejandro Romay de un programa llamado “Música en Libertad”, con jóvenes lookeados bailando y haciendo mímicas. La competencia de “Alta Tensión” y el negocio de la venta de discos con el nombre del programa y joyas entre las listas eclécticas de las canciones
Cuesta mucho imaginar como se difundían las músicas populares jóvenes en los comienzos. Algunos programas de radio, espacios en programas ómnibus de la tele, como los Sábados Circulares de Mancera en canal 13, o Sábados de la Bondad en el 9, y el reparto de discos que los difusores de los sellos repartían en clubes de barrio, boites y salones de bailes, no más que eso, alcanzaron para poner al incipiente rock en un lugar de privilegio en cuanto a difusión hablamos.
Pasaba que los jóvenes ya empezaban a meter mano en los distritos hasta ese momento exclusivos de la vida adulta. Artísticamente casi no había contacto entre la cultura nueva joven y la de los adultos. Tal vez en el interior el folklore no encontraba diferencias en el gusto popular, pero en Buenos Aires el tango y el jazz eran músicas adultas. Solo por eso los chicos miraban para otro lado.
La cosa tropical era como un mazo de cartas distinto al que se jugaba desde lo intelectual. Nadie esperaba un mensaje trascendente o una lección de vida en una cumbia caribeña. Si se podía bailar alcanzaba. Ahí nace el desprecio de los pioneros rockers a Los Wawancó y agrupaciones similares, que eran súper populares en la periferia social. Unos años después se los rescató, por ejemplo en el “Tren Fantasma”, donde pegaban The Specials con los Románticos de Cuba, dando inicio al consumo irónico que décadas después terminaría fundiendo ritmos y recitales.
Hay dos hitos fundacionales en la inclusión del nuevo rock a la cultura de masas antes de 1970. Uno es la aparición de un extraño programa de televisión llamado “Sotano Beat”. Sin conductores fijos, esfumados aparecían algunos bailarines que se movían al son de los grupos de moda. Un poco al estilo del "Soul Train", el legendario espacio conducido por Don Cornelius en la TV americana afroamericana, que fue histórico para la música Soul. Tengamos en cuenta que "Soul Train" salió al aire en 1971, y estamos hablando de 1969 con “Sótano Beat”. De manera que acá también primereamos en este oscuro rincón del mundo.
El otro hito es la película “El Extraño del Pelo Largo”, protagonizada por Los Gatos, sobre todo por Lito Nebbia. También aparecían en la trama Rómulo y Remo que eran una especie de Simon & Garfunkel criollos, y La Joven Guardia, que eran los que habían compuesto “El Extraño del Pelo Largo”. También formó parte del elenco musical Carlos Bisso con su Conexión Nª 5, Trocha Angosta y Pintura Fresca. El film fue un éxito y puso en todas las vecindades al incipiente rock argentino.
Con el cambio de década llegaban cambios de programación en canales y radios. A veces merced al afán de progreso artístico de los directivos, a veces porque los militares de turno tomaban de más y echaban a todos esos directores, con el fin de acomodar a algunos amigos al frente de medios exitosos para que inevitablemente los hicieran mierda.
Siempre pasó lo mismo.
Al momento de ese cambio de década aparece un genuino intento de renovación de la pantalla. “Música en Libertad”. Creación de Alejandro Romay, quien era director artístico de Radio Libertad hasta que se topó con los susodichos malos. Se llevó entonces a Canal 9 Libertad al productor general de la radio David Raisman y al musicalizador estrella Facundo DiGiacomo para que le den ideas realizables.
Raisman le propone tres programas a Romay. Uno se llamaría “Feliz Domingo”. Entretenimientos y shows musicales, premios y serpentinas toda la tarde conducido por otro de los nombres radiales importantes, Orlando Marconi. Con el tiempo mutaría en “Feliz Domingo para la Juventud” y ahí ya es historia conocida.
Otro de los programas que se le ocurrieron fue “Grandes Valores del Tango”. Ambientado en una escenografía milonguera, con mesas y extras sentados, proponía un desfile de cantantes del estilo, nuevos y consagrados. Generarían en las noches de miércoles más rating que las veladas de “Entre las Sogas”, boxeo en directo desde el Luna Park, que ponía al aire Canal 13.
El tercero fue “Música en Libertad”. Teniendo en cuenta que todavía no se había inventado el videoclip, y que los grupos modernos sonaban inevitablemente pésimo desde un estudio de televisión (un problema que subsiste increíblemente), la única posibilidad de difundirlos era poniendo un disco. Qué poner en pantalla mientras sonaba el tema era un dilema de difícil decisión. Ya habían probado con poner la tapa del álbum pero quedaba algo horrible, inmirable. Sobre todo porque a menudo la tapa era una porquería. Así que en medio de una reunión el musicalizador radial DiGiacomo propone poner en pantalla un grupo de chicas y chicos bien lookeados bailando las canciones, como si estuvieran en un club barrial o en una boite. Conste que aun no se habían inventado las discotecas. Vaya uno a saber quién, pero alguno preguntó qué tal si ponían a uno de esos bailarines haciendo la mímica del tema en cámara, como si tuvieran a Tom Jones en el estudio, o a Palito Ortega, daba igual.
Cuentan que Romay sonrió de costado, al tiempo que ponía manos a la obra. Así llegaron una bandita de veinteañeros, Raul Padovani, Christian Andrade, Silvana DiLorenzo y María Esther Lovero entre otros, que llenaron la pantalla de nueva sangre televisiva todos los días a las 18hs. El horario ideal para captar a los adolescentes que a esa hora salían de la secundaria o de su trabajo y disponían del aparato. Era temprano para que lo agarrara papá y la novela de mamá ya la habían dado más temprano.
Ignoro verdaderamente si ya existía la oficina de marketing en los canales, pero sería muy probable que haya empezado acá toda esa historia. Una jugada muy maestra.
En poco tiempo esos cuatro que nombré ya participaban de otros programas en la emisora, empezaban a grabar discos de gran éxito y se presentaban en bailes de carnaval al lado de Sandro y Pappo´s Blues ante miles de personas que los adoraban. Después de todo eran jóvenes de apariencia sana y divertida.
Como era de esperar, los del canal 13 enseguida tomaron cartas en el asunto anunciando “Alta Tensión”. Lo mismo pero con otros similares.
El negocio se armó enseguida. Además de los billetes que conseguían con discos y shows de los chicos y las chicas, los sellos discográficos se repartieron los programas para pautarles publicidad y pasadas sin pisarse.
Lo más complicado para el pionero “Música en Libertad” parece, fue encontrar a los conductores, que deberían ser además de jóvenes y enérgicos, buenos profesionales ya que la frecuencia de estos ciclos era diaria y en vivo. Buscaron por las radios y se toparon con Leonardo Simmons y la excelente Maisabé del lado de Música en Libertad, y con Fernando Bravo, un chico que recién llegaba de San Pedro , en “Alta Tensión”. Todos locutores con carnet del ISER como debía ser en esa prehistoria.
Los chicos y las chicas que bailaban eran altos, bajos, flacos, rellenos, negros, blancos, con anteojos, con rulos, porque empatizar con el gran público era la premisa.
Todo fue exitoso, incluso los discos que los sellos editaban con el nombre de esos programas. Eclécticas listas de canciones conviviendo naturalmente, como debió ser siempre.
Por ejemplo en el volumen 3 de “Música en Libertad” estaban un debutante Silvestre haciendo su versión de “Mammy Blue”, espantosa canción muy de moda en su versión original en inglés, Tony Ronald y Sabú. Nada que rompiera la cabeza de nadie, pero acorde a la usanza del momento.
Sacaban por lo menos 4 discos al año, en el volumen 2 de “Música en Libertad” estaba el éxito contemporáneo de Tommy James con “Draggin´ the Line” que hace unos años versionaron REM y también figuraba Badge, un poco de glam inglés barato con “Over my Head”, en el volumen 4 Arco Iris hace “Mañana Campestre” y Bob Christian se convierte en hit con la popular “Son of my Father”.
En el 5 no sé pero en el 6, en 1972, aparecen The Doors, Badge con “Loco-motion” y sorprendentemente The Rolling Stones. De hecho, la primera vez que escuché a los Stones fue acá, con 12 años, donde aparecen con “Rip This Joint”, traducido como “Rompe esta unión”, de “Exile on Main Street”, quizás la canción más punk de las majestades satánicas.
Lo bueno ciertamente era que eso se reflejaba en la tele, y era uno de los programas más estimulantes que un preadolescente de los 70´s podía mirar en nuestra vernácula pantalla. Viéndolo a la distancia puede sonar todo esto como incomprensible, pero fue así.
Y ante la ausencia de material audiovisual para comprobarlo, valen los testimonios al respecto.
Que la oralidad revalúe la historia y que los debates incluyan estos espacios negros de nuestro acervo cultural, es tarea de todos quienes los presenciaron, no vaya a ser cosa que el gran relato lo escriban los que no saben bien de qué están hablando.
Amén."
Por Bobby Flores - 22 Dic, 2023
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(Información tomada del Blog Mundo Voltops)
VOLTOPS fue el nombre de un programa de música pop juvenil de la televisión argentina, que difundía canciones del sello discográfico CBS. Comenzó a emitirse por canal 9 en 1971 los sábados al mediodía, con la conducción de Carlos Massa.
Su estructura era similar a la de otros programas como SOTANO BEAT (1969/1971), MÚSICA EN LIBERTAD (1970/1974), ALTA TENSIÓN (1971/1973) y TIP TOP (1972).
En VOLTOPS se mostraba a un grupo de jóvenes de ambos sexos bailando en estudios, alternándose con imágenes grabadas (primitivos videoclips), ilustrando las canciones que se escuchaban. También eran invitados músicos y cantantes para promocionar sus discos.
Rápidamente, se destacó entre el grupo de bailarines, la señorita Cris Morena, novia y luego esposa del productor del programa, Gustavo Yankelevich.
En el transcurso de esos años, CBS utilizó el nombre del programa para editar una serie de exitosas compilaciones.
En 1974 VOLTOPS comenzó a tener como conductor a Fernando Bravo (quien hasta entonces había conducido ALTA TENSIÓN). Dos años después (tras cambiar su nombre por CLUB VOLTOPS), dejó de emitirse.
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Nota final: Este
blog se propone rescatar el recuerdo de los temas musicales del género beat, pop y
rock que en la primera mitad de la década del 70, sonaron
insistentemente en las
radios, disquerías, clubes y reuniones bailables rioplatenses, y que
fueron la música de
fondo de una generación.
A partir del próximo post comenzaremos a dar a conocer todo el material discográfico que encontramos de los 4 programas descriptos aquí: El Sótano Beat, Música en Libertad, Alta Tensión, Voltops y algunas otras recopilaciones varias más. (Willy N.R.)
Fuentes:
Wikipedia y Discogs
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